


El piano, órgano y otros instrumentos de percusión complementan la sala continua, junto a sus principales libros escritos en Braille, que son la Biblia y el método para piano, en donde estudia tres o cuatro horas diarias, para tocar con facilidad algo de Chopin u otro de los grandes compositores a quienes admira.
¿Qué obstáculos ha superado?
En un concurso de órgano en el que participé en México, que se realizó para promover este instrumento entre la juventud, debía hacer un trozo melódico de temas que entregaron en tres categorías —fácil, medio y complicado—, pero estaba escrito en pentagrama. La maestra preguntó qué haría, y por qué enviaban a gente con discapacidad. Entonces un japonés se ofreció para leerme las notas, las cuales memoricé para pasar la prueba.
Había otra parte en donde se calificaba la digitación, qué tan rápido recorría el teclado, obtuve un segundo de ventaja sobre los demás, pues todos los días desde las cinco de la mañana practicaba, esa era mi gimnasia. Siempre oí que un pianista tiene tanta energía como un deportista. En ese concurso quedé en el cuarto lugar, en donde participaron representantes de toda Latinoamérica.
En sus 56 discos hay melodías de su autoría: 20 temas de música popular, 12 marchas cuaresmales y unas 10 sonatas y piezas clásicas.
Una de sus mayores satisfacciones es haber tocado con la Orquesta Sinfónica Nacional para la inauguración del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, en 1978.
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Es un orgullo tenerte, porque me transmites tus pensamientos y tus emociones a través de tus más lindas melodías. i ♥ u !!!!
Entrevista completa PRENSA LIBRE - Revista D